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Todos conocemos a una persona excepcional. Alguien cuya historia nos asombra y nos marca un parámetro al cual aspiramos llegar. Un ser que nos parece de otro mundo, que nos sensibiliza y que, sin buscarlo, se convierte en una fuente de inspiración. Una persona capaz de enseñar a los demás a través de la actitud con que asume lo que la vida le ponga enfrente.
Soy afortunada porque tuve el privilegio de conocer a una persona excepcional. Conocí al Gran Lalolópez: un esposo, un padre, un hermano, un primo, un tío, un amigo, un publicista, un jefe y un maestro fuera de serie, como ningún otro... inspirador.
Lalo es, fue y siempre será uno de los más grandes guerreros en la batalla por la vida. Un guerrero incansable y tenaz (terco) que creía que "LA VIDA NO SE TRATA DE ALARGARLA, SINO DE ENSANCHARLA" y que, viviendo de acuerdo a sus convicciones, logró ensanchar lo más que pudo la suya.
18 de junio del 2013. Un día que comenzó como otro cualquiera, pero que traería consigo una noticia con el poder de cambiar la vida de Lalo por completo y para siempre: cáncer de colon con metástasis en el hígado y un pronóstico de pocos meses de vida. Estaba ante uno de los escenarios más terribles del cáncer, pero él sabía que "SIEMPRE TENEMOS UNA ELECCIÓN" y no dejaría que ningún cáncer cambiara eso. Le haría frente a su enemigo para no dejarse vencer.
En tiempo récord y sólo dos días después del diagnóstico, Lalo empezó la primera de sus incontables quimioterapias y para prepararse mejor para su lucha hacia la sanación total, diseñó una estrategia con tres objetivos principales:
1) DETENER EL CRECIMIENTO DE LA ENFERMEDAD con las quimioterapias,
2) FORTALECER EL CUERPO cambiando su dieta y retomando el ejercicio y
3) FORTALECER MENTE Y ESPÍRITU mediante la meditación y la programación mental que le permitirían visualizar su sistema inmunológico como algo poderoso e invencible (un ejército de Jedis) y a la enfermedad como algo débil, confundido y fácil de vencer (Storm Troopers).
Lalolópez nos enseñó a vivir esta lucha de manera divertida. La palabra "cáncer" dejó de darnos escalofríos cuando la renombró como "piscis", un signo mucho más amigable. Nos hizo parte de esta aventura en la que gozamos todas las altas y dijimos "chale" con él en todas las bajas.
Lalo también decía que "LO ÚNICO QUE TE PUEDES EXIGIR EN LA VIDA ES HACERLO LO MEJOR QUE PUEDAS", y nos lo demostró al alcanzar la mejor versión de sí mismo. Afrontó la adversidad como sólo lo hacen las personas excepcionales y, aún durante sus propios tratamientos, ayudó a cuantos pudo.
Creó la carrera del Pandatón con una mecánica diferente a todas, donde no existe una distancia predeterminada y en la que, desde el 2015, los kilómetros recorridos ayudan a otras personas en su lucha contra el cáncer.
Lalolópez en el Pandatón 2016
Soy testigo de que Lalo luchó hasta el último momento y, lo más importante de todo, ganó. No aceptó el pronóstico de que le quedaban sólo tres meses y continuó ensanchando su vida por más de tres años y medio.
Logró crear un escuadrón de apoyo unido y nos dejó la filosofía de vida más bonita.
Y aunque no puedo evitar sentirme inmensamente triste por su partida, sé que algún día lo volveré a ver. Mientras tanto, puedo hacerle la promesa de vivir día a día como él nos enseñó.
Si no conociste a Lalolópez, no puedes perderte su blog "DIARIO DE UN GUERRERO" donde cuenta su lucha de manera única y muy divertida. Te aseguro que no pararás de leerlo hasta terminar la última página.
El mundo necesita más personas excepcionales. Si en tu vida existe una persona como Lalolópez, siéntete afortunado porque son quienes más lecciones importantes nos dejan.
Si aún no conoces a nadie así, no te desanimes, quizá sea tiempo de que tú seas otro Lalolópez.
Gracias infinitas, Lalo.
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